(administrar)

12/2015

Y llegaron las fiestas...

Si bien los balances para la actividad apícola deberíamos hacerlos terminada la cosecha, podemos decir que ha culminado para la apicultura en general un año complicado, de bastante incertidumbre, y cargado de tensiones políticas, que gracias a la madurez que vamos adquiriendo a través de años de democracia, pudimos atravesar sin sobresaltos en cuanto a resistencias sociales se refiere.

En la apicultura no debería haber bandos, si entendemos que todos buscamos un solo propósito, que es el bienestar general de todos los apicultores. Pero como el apicultor, antes de serlo, es una persona, cargado cada uno de nosotros con nuestra propia historia y subjetividades, muchas veces diferimos en la interpretación de nuestras dificultades como productores.

Hay algunos puntos de la realidad actual que son inexorables para cualquier análisis.

Entre los negativos encontramos que el precio en dólares de la miel en el mercado internacional cayó muchísimo, y por otro lado los costos internos para nuestra producción no dejan de crecer.

Dentro de lo poco positivo, la quita de las retenciones y la ganadería que recuperó algo de rentabilidad respecto de la soja. Es posible, con estas variables, que veamos reflejada una mejora a futuro en el precio y que reincorporemos algunos campos de agricultura deficientes, que durante décadas fueron ganaderos, y habían dejado de serlo, a la oferta de nuestras abejas.

Luego de la devaluación (acá según el analista, se podría considerar una medida positiva, que alargue un poco la agonía o permita un respiro) esperamos ver un aumento automático en las cotizaciones de nuestro principal producto, que por algunos sondeos que estuvimos haciendo, dejarían a la miel con valores poco satisfactorios, aun para llevar adelante con holgura la actividad, dejándonos demasiado pendientes de obtener una buena cantidad de Kg. por colmena, para que cierre la ecuación.

Sin duda, algunos números nos confunden, después de las medidas de esta semana, parecería que la miel quedaría a valores cercanos al índice de novillos del mercado de Liniers, cuando históricamente estuvo un 25% por encima y hace poco tiempo atrás había más que duplicado esta referencia.

Deberemos dejar que corra agua debajo del puente, para observar cómo se comporta nuestro mercado, recordando las sabias palabras de nuestro abuelo: “debemos vender la miel cuando no necesitamos la plata”, tarea por demás compleja, pero merecedora de alcanzar para aquel que se considere un apicultor avezado, por lo pronto nosotros, todavía no lo logramos.

Aprovechamos para despedirnos con una pequeña anécdota.

Corría fin de octubre de algún año de la década pasada, y debíamos preparar los papeles para salir con las colmenas de Tucumán. Habíamos pedido la revisación para que nos expidan el certificado sanitario correspondiente, la señorita inspectora había sido citada en el apiario y concertamos a todo el personal con equipo preparado, para presionar en que el trámite sea rápido. A medida que la inspectora caminaba el colmenar, mis “secretarios “-expresión que rescaté en Formosa, que se usa para jerarquizar a los ayudantes de alguna tarea- la acompañaban sentándose arriba de algunas cámaras observando el trabajo como chusmas distraídos, que pretendían, al no quitar el ojo de encima a la experta, pescar algún fallido en la práctica de abrir colmenas y manipular marcos con abejas, para incorporar alguna anécdota que contar, en ronda de mates en el galpón, en esos días de inviernos opacos o lluviosos, aunque su inexperiencia era notoria, salió bastante airosa del escrutinio del personal.

Una vez que la inspectora nos dejara con los papeles firmados, con adecuada nota y felicitación por la sanidad, con las colmenas listas para el traslado, el Moncho se me acerca con cara de complicidad y me interroga: - ¿salió todo bien Patrón?, nosotros nos sentamos sobre las cámaras que teníamos marcadas con algún problema sanitario en recuperación, para que la inspectora no las eligiera para la revisión.

Nunca iba a encontrar una infectocontagiosa, como la loque americana, dentro del colmenar, porque nuestra metodología de saneamiento siempre fue eliminarlas, pero descubrir cría salteada, algún inspector inexperto, nos podría haber demorado la expedición….

Pequeñas picardías del personal, que se adelantaron a mi preocupación…

Les deseamos unas felices fiestas para toda la familia apícola.

Guillermo y Leonardo Bori

SEGUINOS EN FACEBOOK: Apícola Mercedes

Acceso Manuel Sanmartin (ex Acceso Sur) entre 114 y 122 - Mercedes, Buenos Aires - Argentina - Tel: (02324) 435002 / 15694065 / 15696670
borihnos@apicolamercedes.com.ar - ventas@apicolamercedes.com.ar

diseño web: www.lausinacreativa.com.ar